Cómo abrillantar suelos después de una limpieza profunda de fin de obra
Cómo abrillantar suelos después de una limpieza profunda de fin de obra
¿Alguna vez te has preguntado cómo es que los suelos de las construcciones nuevas tienen un brillo espectacular? El secreto está en el abrillantado profesional que se realiza tras una limpieza de fin de obra. En este artículo, te explicamos paso a paso cómo abrillantar un suelo, utilizando como ejemplo un suelo de mármol. ¡Descubre todos los detalles para lograr un acabado deslumbrante!
Preparación del suelo
Antes de empezar el proceso de abrillantado, es imprescindible preparar el suelo adecuadamente. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
1.Eliminación de residuos:
Es crucial retirar restos de cemento, pintura, polvo y cualquier residuo que haya quedado tras la obra. En los servicios de limpieza profesional, utilizamos productos específicos que facilitan este trabajo de forma rápida y eficaz.
2.Nivelación del suelo:
Si el suelo presenta grietas o irregularidades, se rellenan para obtener una superficie uniforme. Este paso garantiza un acabado perfecto en el proceso de abrillantado.
Cristalizado del mármol
El cristalizado es un paso esencial para sellar los poros del mármol y crear una base brillante y resistente. Sigue estos pasos:
1.Aplicación del cristalizador:
Se utiliza un producto específico para mármol. Si la superficie es pequeña, se aplica con un pulverizador de boquilla fina. Para grandes superficies, como en limpiezas de fin de obra, el cristalizador se distribuye directamente sobre el suelo con una mopa limpia y seca.
2.Fregado mecánico:
Una vez aplicado el cristalizador, se realiza un fregado mecánico con una máquina pulidora. Para ello, en Minsurance, usamos lana de acero de grano grueso, lo que permite trabajar de manera eficiente sobre grandes áreas.
Abrillantado del suelo
Tras el cristalizado, llega el momento del abrillantado para obtener ese brillo inconfundible. Aquí te contamos cómo se hace:
1.Cambio de lana de acero:
Cambiamos la lana de grano grueso por una de granulación fina para asegurar un acabado suave y brillante.
2.Aplicación del abrillantador:
Se aplica un líquido abrillantador sobre el suelo, distribuyéndolo uniformemente con la pulidora. Este proceso realza el brillo natural del mármol.
3.Toque final:
Una vez seco, pasamos una mopa limpia para eliminar restos de polvo y dar el toque final al suelo. El resultado es un acabado impecable que refleja calidad y profesionalidad.
Conclusión
El abrillantado de suelos después de una limpieza de fin de obra no solo garantiza un resultado estético, sino también funcional, protegiendo la superficie y prolongando su durabilidad. En Minsurance, contamos con los productos, herramientas y experiencia necesarios para transformar cualquier superficie en un suelo reluciente.
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